EDITORIAL


               EL NIÑO Y LA ATENCION, PROBLEMA PEDAGOGICO

Por :JOSE AMIN RAMIREZ ARCE. Ex rector Col. Nal. Marco Fidel Suárez



  
Ante cualquier consideración, quiero manifestar mis sentimientos de agradecimiento y afecto al cuerpo docente del Colegio Nacional Marco Fidel Suárez, quiénes con su labor denodada y profesional han hecho grande este plantel educativo; además, hicieron  parte de mi vida durante más de 15 años. Con mucha nostalgia y cariño los recuerdo.
  
Es muy común en los centros educativos la discusión sobre la atención del estudiante en el trabajo en clase, es un tema que no pierde actualidad. Se proponen muchas medidas para evitar la distracción de los alumnos, éstas van desde amenazas de toda índole, pasando por conversatorios, consejos, hasta la más sofisticada hoy de moda: premio-castigo.
 En la práctica los resultados no aparecen en la proporción que se espera. Pero; sí, se hace un gran daño psicológico al infante con la implementación de los métodos anteriormente nombrados. Por razones de espacio no podemos profundizar en esta tesis, sería tema para otra oportunidad.
 El problema de la atención en el trabajo en clase por parte de los alumnos, No se puede abordar de esa forma tan plana y unilateral, porque la psiquis humana no es la sumatoria de tuercas y tornillos, ni podemos aislar una sola de las funciones psíquicas superiores.
La atención es también una distracción mientras más atento, más distraído y viceversa. Una persona está muy atento escuchando una conferencia; mas, muy distraído se encuentra ante los estímulos y eventos que acontecen en su entorno.
Algunos experimentos han demostrado que el silencio absoluto y sepulcral, no es un remedio para la distracción, porque la audición es más clara, cuando hay otro sonido que amortigua. Según la teoría de las excitaciones dominantes.
 Un psicopedagogo europeo nos cuenta a la historia de un edificio que se construyó en una ciudad europea para un centro de enseñanza debidamente construido para labores docentes. Para éste propósito el edificio no debía tener formas salientes, los ángulos muy disimulados, colores claros y uniformes, sin ningún detalle que sirviera de distracción. El objetivo: estimular la atención en los alumnos. Los resultados no fueron los  esperados, estudiantes y profesores demostraron que ese ambiente era depresivo, estimulaba el sueño y la pereza.